Mi primera noche de insomnio, lleva tu nombre
sé que crees que pienso demasiado las cosas y probablemente tengas razón
siento no saber querer de otra manera
ojalá pudiera ser como tú, supongo que todo sería más sencillo
pero siendo honesta siempre me han gustado los deportes extremos
la adrenalina recorriendo mi cuerpo
mi mente vomitando versos
para bien o para mal esta es la vida que he escogido.
Dicen que de algo hay que morir
y yo les repito a sus oídos necios que se equivocan
que se equivocan una y mil veces
porque de algo hay que vivir, por algo hay que vivir
y yo he aprendido que lo único que me hace sentir viva a estas alturas
y el motivo por el que renazco cada día de mis cenizas
es el amor.
Quizá pensarás que esto esté sobre un siete en tu escala de locura
pero te prometo que no tengo otra forma de concebir el mundo
por eso y por otros motivos más he decidido quererte en silencio, bajito
hasta que un día solo seas un recuerdo para mí
hasta que un día pases de ese todo a la inmensidad y el olvido de la nada.
A partir de ese momento serás algo lejano disipado por el tiempo
y, sobretodo, por el mal querer.
No te niego que me vayas a doler
pero una vez estés fuera mi
solo quedará tu cicatriz
pasarás a ser un matiz de aquello que viví algún día
un cuento del cual nunca supe el final
pero que me aburría hasta rabiar
y el cual, nunca volvería a leer por nada del mundo.
Porque no sé querer de otra forma
conmigo es todo o nada
pero no te preocupes que cada minuto que pasa te haces más pequeño
dueles menos
y acabaré por olvidar todas nuestras primeras veces
que, para ti
fueron veces a secas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario