Perdida
siento que no hay salida.
A veces me es difícil recordar
reconocer aquella niña alegre que fuí una vez
parece lejana, forastera, algo utópico
parece lejana, forastera, algo utópico
recorro mi piel
y no me encuentro
me siento extraña
intrusa en mi propio cuerpo.
Busco en mi interior
me sumerjo en busca de algún momento
algún recuerdo
un simple resquicio de luz
algo que calme este dolor.
Me siento vacía
a la deriva
inmersa en esta pesadilla
con el agua hasta el cuello
esto es un mal sueño que parece nunca acabar.
Soy prisionera de mis pensamientos
cada vez me ahogo más en este silencio
y mi voz, nunca parece nadie escuchar.
Créeme cuando digo que daría lo que fuera por volver a empezar
últimamente no siento que este sea mi lugar.
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