martes, 28 de agosto de 2018

Casi

Nunca sabrás que sigo escribiéndote,

porque a pesar del tiempo y gracias a unas vueltas de más,

te escribo.

Y no sabrás nada,

porque al fin y al cabo nunca lo hiciste.

Hay días que te pienso,

lo hago en silencio y susurrando bajito,

para que nadie se de cuenta, 

para que nadie lo note,

porque así duele menos. 

Nunca serás capaz de imaginar lo que te quise,

y espero que nunca llegues a querer así,

porque querer de esa forma ahoga,

quererte de esa forma me hizo pequeña. 

Nuestra historia fue como un salto de fe,

cerrar los ojos , apretar los puños y coger aire,

dar un salto al vacío, 

esperando que haya algo que pare la caída,

que amortigüe el golpe. 

Y desde ese día no creo,

no quiero un para siempre si es contigo,

casi me he olvidado,

casi he olvidado todo,

casi me he olvidado de ti. 




jueves, 9 de agosto de 2018

Agosto II

Ilusa,

como quien no se da cuenta que todo  ha terminado antes de empezar.

Pensándolo bien puede que realmente nunca tuviésemos elección,

puede que todo esto haya sido alguna especie de ilusión disfrazada

 de ganas,

aunque no las suficientes claro está.

Así que una noche más,

 lo único que me queda es volver a olvidar,

retroceder hasta la casilla de salida y esperar mi turno.

Ilusa ( de nuevo )

porque llevo toda la vida jugando a un juego en el que no puedo

ganar,

porque sigo buscando y nunca parezco encontrar.

Y ahora lo veo distinto,

 sabiendo que puede que sea mejor así,

porque puede que hayan personas que estén destinadas a ser naufrago,

como yo, 

huyendo de los destinados a ser tormenta,

 como tú.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Agosto

Puede que esto te suene extraño, 
a estas alturas  es posible que lo sea,
pero creo que eres bueno para mi.
Quizá sea el verano, 
 y esa maldita  ilusión de que todo vuelva a empezar,
que de alguna forma todo vuelva a girar (como lo hacia antes ).
Es posible que solo sea una romántica buscando algo que me haga sentir viva de nuevo,
buscando una calada  en una boca desconocida,
o alguien que finalmente me pida que me quede. 
Seamos sinceros,
 los dos vemos lo que pasa aquí,
la misma historia interminable en bucle 
pero en otros ojos,
así que supongo que a pesar del miedo solo me queda desearte suerte,
suerte jugando tus cartas , 
porque yo pienso jugar las mías.
Y aunque no sé cual de los dos caerá, 
quién será tormenta  y quién será naufragará
puedo decir que  por primera vez creo que vale la pena tropezar.
Y esta vez será la excepción,
y por hoy me es suficiente.
Porque podría escribir versos tristes esta noche,
pero no lo haré.

La ciudad

Ayer cada calle llevaba tu recuerdo ayer la ciudad se me hizo grande al no encontrarte y es que hubiera dado todo por que esta maldita ciuda...